LA SALVACIÓN Fuiste acumulando tristezas
en el armario de tu vida
las melancolías cuelgan hacia el vacio de la nada.
Hay una gaveta de saudades.
En un segundo cajón perfectamente ordenados
los miedos a un lado
las penas al otro.
Las pérdidas las guardaste,
para ocultarlas, para no encontrarlas,
en el último cajón de este mueble tan vacío
en el que te ves reflejado
y en el que una vez más pretendes esconderte.
Cada herida es una puerta que cicatriza
sabiendo que no se abrirá más.
Tu amigo permanece en su rincón
a la espera no sabes muy bien de qué,
exhalando un perfume de vida sobre tantos despojos.
Intentas mirar atrás
sin temor a convertirte en estatua de sal,
pretendiendo encontrar dónde comenzó todo
y a cambio recibes el dolor de tu propio espejo.
Náufrago desconsolado,
¿Qué harás para salvar tus pertenencias?