lunes, 26 de enero de 2015


Había elegido las vías del tren para su voluntario encuentro con la dama de negro. Mientras la esperaba, recordó el juego de la infancia tantas veces visto en las películas, y se inclinó sobre el frío hierro para escucharla llegar, para reconocer el sonido de sus pasos. 

Nunca nadie le dijo que los pies desnudos de la vida son tan silenciosos como los besos que entregamos en los sueños.

No lamentó arrepentirse. Seguir vivo podía ser una linda espera.

Ahora jugar a mantener el equilibrio se convertiría en una proeza.

Ahora tan sólo necesita seguir soñando con besos, desnudos de miedos, como los pies de la vida.

Y no temer al vértigo de tus brazos
La seguridad de caer contigo
La certeza de anhelar tu noche.

viernes, 23 de enero de 2015


Llegas a mí con ese descaro.
La mirada altiva.
Tus labios y tu lengua confabulando
un gesto prohibido.

     Tu sombra desnuda.
El pelo suelto.

¿Y esperas que, 
aún derrotado de antemano, 
  no entre en batalla
como el gran perdedor que soy?



lunes, 19 de enero de 2015



El pasado no nos pertenece,
como no es nuestra, tampoco, la sombra
que nos acompaña hasta el final.

Somos ese amasijo de miedos
que se empeñan en permanecer
a nuestro lado compartiendo
el espacio de los besos no dados.

Ser joven fue aquella locura
que las fotografías nos roban.

Somos sueños de sueños que nos asustan
en la nueva infancia de estos días.

jueves, 15 de enero de 2015

Un día deberían llover lagrimas,
obligarnos a cerrar los paraguas del miedo
para empaparnos de la sal de la vida
que trasportan a mares desconocidos,
por todo lo que perdimos
por lo que no regresará
y permitir que las tuyas y las mías
se entremezclen en un solo abrazo.

Tú y yo un mismo llanto.