Creo que lo único que me asusta de la muerte es   
tu pérdida.
Deberías escribir tu nombre sobre mis cenizas...
Y así seguir siendo la compañera de
mi eternidad.

Leer el miedo se hace difícil,
tanto como escribirlo.
Mas
para verlo reflejado en tus ojos
no quiero estar preparado.

Misterios de la noche y los sueños,
hoy me desperté con un beso menos... ó de menos?
Ya no me acuerdo...

No sé si existe el diluvio de tu boca o la sed de la mía.
La abundancia de una es la necesidad de la otra.
Hagamos un pacto pues de besos y agua.
Yo te seco y tu me sacias.

 Constrúyeme un puente que nos acerque. Y júrame que al otro lado, vaya o venga, siempre estará mi necesidad de ti.

NADIE

Se habituó a la soledad, a hablar consigo mismo,
como quien se habitúa a la metódica toma
de su diaria medicación.
Se habituó a los sonidos sin respuestas
en forma de palabras que engañan y tergiversan
los silencios.

Nadie llamando a la puerta,
Nadie a la mesa compartiendo platos vacíos.
Nadie para deshacer una cama, también vacía.

Se acostumbró, juro que se acostumbró.

Las lágrimas son otra cosa.
No sabe porqué, pero no cesan.
Aprendió a contenerlas para no perderse en el llanto.

No habló con nadie,
se inventó esta sed de lágrimas y bebió de ellas.
Ahora se mantiene a la espera de una mano infantil
que le acompañe a cruzar otros puentes.

BESOS  MORIBUNDOS


Impostora inquilina, la verdad
nos encuentra desnudos,
ahogados en lujuria compartida
sobre este sudario de olor carnal.

RESUMEN  DE  NOTICIAS


Hay días que vivir resulta incómodo.
Me cansa su exceso y no encuentro
redención en la espera.

En esos días
de nada me valen tus besos ni mis versos.