CUANDO EL AMOR NO
PRECISA SER ESCRITO
Te amo con la palabra.
La escrita a escondidas en los rincones de mi soledad,
Y con la que
tiembla en mis labios
Cuando no
consigo hacerte tangible.
Con la
torpeza te amo.
La de mis
ojos buscando tu sosiego
Y con la de
mis manos que te desnudan a jirones.
Te amo con
la inocencia.
La de este
hombre que se negó a crecer
Y con la del
niño que no me dejaron ser.
Ahora, después
de todo lo dicho,
Buscaré un
rincón donde esperarte.
Cerraré los
ojos
Y dejaré de
escribir.
Ya no
preciso convencerte de nada,
Ni convencerme
de tu necesidad.